Como soy de origen latino, me ayudó a derribar esas barreras que me impedían reprimir mis emociones y me permitían volverme vulnerable. Es raro encontrar un terapeuta que no solo comprenda los desafíos únicos de crecer en un hogar latino, sino que también integre esa conciencia en el proceso terapéutico. Ella creó un espacio cálido y sin prejuicios donde pude explorar mis pensamientos y emociones. El apoyo que me brindó ha sido invaluable, ayudándome a ganar claridad, perspectiva y confianza para enfrentar los desafíos de la vida. Siempre salgo de nuestras sesiones sintiéndome más empoderada y segura de mí misma.